Meses atrás oímos, leímos y hemos visto la boda del príncipe Enrique de Inglaterra con Meghan Markle. Dependiendo del medio que consultáramos, Meghan Markle se había casado con Enric o con Harry. No es necesario aclarar que, más allá de que apareciesen tres nombres, quienes contrajeron matrimonio fueron 2 personas. Exactamente la misma confusión estaría en otras lenguas como el catalán o la lengua francesa, donde asimismo se le llama el príncipe Enrique o como el príncipe Henry. No obstante, el interrogante que debemos proponernos es la próxima: ¿por qué razón traducimos los nombres de pila? ¿Exactamente en qué casos hay que realizar y en cuáles tienen que evadirse? En las próximas líneas intentaremos argumentar de manera sencilla por qué razón traducimos los antropónimos, como ahora hicimos en el artículo sobre endónimos y exónimos.
La primera cosa que debe mentarse es que hay nombres de pila que se repiten en múltiples lenguajes, por norma general con exactamente el mismo origen, como tienen la posibilidad de ser el santoral o la mitología tradicional. De ahí que hay «equivalencias» en ciertos de estos nombres. Por servirnos de un ejemplo, el nombre de Alejandro tiene su semejante a Alejandro —antropónimo que se encuentra en catalán, portugués, gallego o francés— ahora Alexander, forma propia del alemán, inglés o danés, por refererir solo ciertos ejemplos . Algo similar sucede con el nombre de José, que se encuentra en múltiples lenguas de muy distinta forma: Giusseppe (italiano), José (catalán), Josef (alemán), Joseph (inglés) o Iósif (ruso).
Interpretar en lengua de signos tampoco radica en substituir cada palabra por un signo.
Así como comentábamos antes, hablamos de una lengua con una gramática propia y una sintaxis y una estructuración propia.
En la lengua oral de españa, el orden sintáctico de las oraciones tiende a ser «sujeto-verbo-objeto», al tiempo que, en la lengua de signos de españa, el orden es «sujeto-objeto-verbo» .
Notas:
En una versión previo de este artículo, me hice eco de las críticas que culpan a Bonet de plagio. Decidí mudar esta situación, atendiendo a las recomendaciones de Antonio Gascón Ricao y José Gabriel Storch, que me llamaron la atención sobre el tema y me facilitaron abundante información sobre esto. Agradezco a los dos su desinteresada colaboración. Publicé una versión de este trabajo en wikipedia, el 04 de mayo de 2006, y editada después el 11/11/06, bajo http://es.wikipedia.org/wiki/Lengua_de_signos (origen de nuestro alfabeto manual)