Lera Boroditsky, maestra y experto en ciencias cognitivas, nos enseña de qué forma nuestra lengua materna modela nuestra forma de meditar (la famosa hipótesis de Sapir-Whorf).
La relevancia de las bestpractices como lenguaje común
Deberían adoptarse las mejores prácticas y estandarización como pilares escenciales para la administración de negocios, sin dejar que una herramienta obsoleta o mal desarrollada impidiese la optimización de procesos para los usados. Por poner un ejemplo, para la administración de facturas de distribuidores, lo idóneo sería achicar el trabajo manual en lo posible, habría que buscar un programa que dejara esta automatización y no amoldar este desarrollo al programa que existe. Otro ejemplo ilustrativo, si pensamos en la app de descuentos a nuestros clientes del servicio, lo mucho más atrayente y bueno sería efectuar descuentos customizados en lugar de amoldarlos a los descuentos que poseemos aplicados en el CRM corporativo.
Al fin y al cabo, para el desempeño perfecto de la compañía como un todo, es primordial conseguir el programa de administración que se haga más fácil la estandarización de procesos y la adopción de las mejores prácticas para eludir que nuestras herramientas de trabajo modelen nuestra metodología de trabajo; un lenguaje común y maleable. La buena nueva es que, si bien no tenemos la posibilidad de seleccionar nuestra lengua materna, sí que tenemos la posibilidad de determinar y reimaginar el programa de administración o los procesos de nuestro negocio para amoldarlos a nuestras pretensiones y no al contrario.
1: CÓMO LA LENGUA MOLDEA NUESTRA FORMA DE PENSAR – LERA BORODITSKY
Entendemos que los lenguajes son únicos; poseen diferentes sonidos, palabras y construcciones. Pero, ¿hay algo mucho más? Lera Boroditsky, una estudiosa en el campo de la ciencia cognitiva, enseña que el enfrentamiento sobre de qué forma el lenguaje da forma al pensamiento humano, se ha sostenido desde tiempos inmemoriales. No obstante, hasta la actualidad no habíamos tenido datos científicos suficientes para sopesar esta cuestión. Usando ejemplos de distintas etnias, Boroditsky enseña de qué manera el lenguaje establece la manera en que percibimos los colores, el tiempo y los números. Piensa que charlar un idioma específicamente perjudica a de qué forma marcha nuestra cabeza, y resalta la relevancia de resguardar las lenguas que están a puntito de ocultar.
Entender nuestras conmuevas es fundamental para lograr comprendernos mejor a nosotros. Pero esto puede ser bien difícil, singularmente en el momento en que experimentemos una sensación que no tenemos la posibilidad de expresar con expresiones. Tiffany Watt Smith trabaja como historiadora cultural y proporciona una increíble ponencia sobre la narración de las conmuevas humanas. ¿Sabías que hace unos años que la multitud se moría de melancolia? ¿O que en el siglo XVI se pensaba que la tristeza, y no la alegría, era lo que nos hacía vivir mucho más y tener mejores relaciones con otros? Watt Smith aborda estos y otros temas relacionados. Y remarca que «estudiar expresiones novedosas y también poco comunes para detallar conmuevas nos asiste a armonizar con los puntos mucho más explicados de nuestra vida interior». ¿De qué forma te sientes tras esto?