conjunto de hablantes que comparten efectivamente al menos una lengua

Una aceptable comunicación entre colegas del trabajo transporta a un efectivo trueque de entendimientos, toma de resoluciones, coordinación y, al final, desenlaces de ejercicio. No obstante, ¿qué sucede en el momento en que en un aparato global la gente tienen niveles diferentes de fluidez en el idioma en común elegido? Fácil, termina tolerando la calidad de la comunicación. Los integrantes del aparato que logren estar comunicado mejor en la lengua franca de la organización (en la mayoría de los casos inglés) acostumbran a ejercer la mayor predominación, al paso que esos que menos dominan este idioma con frecuencia se inhiben y se recriminan. La «tiranía» del idioma en los equipos globales se hace presente.

En el momento de trabajar en un aparato global, la mayoria de las veces logramos hallar a varias personas que acostumbran a monopolizar la charla por la fluidez en el manejo de la lengua, al paso que otras solamente manifiestan ciertas expresiones. Prácticamente por inercia, nuestra evaluación de los mucho más participativos es efectiva, al tiempo que acostumbramos a evaluar a el resto como desinteresados, tímidos o sencillamente inexpertos. En otras expresiones, acostumbramos a valorar el talento y el ejercicio prácticamente de forma exclusiva en base al manejo del idioma. Para atenuar estos efectos negativos en una parte del aparato (generalmente la mayoría), Tsedal Neeley nos comparte 3 reglas básicas de comunicación en las asambleas que han de ser respetadas por todos y cada uno de los integrantes del aparato:

Las aportaciones de William Labov

No obstante, el origen del término de red social de hoy hay que, eminentemente, a las indagaciones del lingüista estadounidense William Labov (1927-). En sus diversos estudios, como La estratificación popular del inglés en la localidad de New York (1966) sobre las diferentes ediciones del inglés que se charlaba en la localidad de New York, Labov concluyó que en la relación entre el lenguaje y la sociedad participa una variable lingüística y una variable popular, no lingüista.

En sus proyectos publicadas en 1972, como Patrones sociolingüísticos y Lenguaje en la localidad interna: estudios sobre la lengua inglesa vércaculo. Filadelfia, Labov efectuó una definición mucho más concreta de red social de charla. La definió no como un conjunto de individuos con un convenio concreto en la utilización del lenguaje, sino más bien como su participación dentro de determinadas reglas compartidas. Además de esto, Labov estableció la manera en que se puede estudiar la red social de charla a través del accionar y los patrones de variación de la lengua, lo que tuvo una enorme predominación en el trabajo de otros lingüistas.

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