En un producto previo charlé sobre los matices de las expresiones, y la relevancia de llamar a las cosas por su nombre, con relación a la desaparición y la desaparición de la gente. En este momento, lamentablemente, enfocaré el tema del fin de la vida desde otra visión diferente, pero sin ingresar en matices semánticos, con relación a la guerra rusa en Ucrania.
Aquí me centraré en 2 inconvenientes vinculados al empleo de las expresiones. Lo primero es que se confunda la guerra de los “rusos” (o sea, la de todos y cada uno de los rusos) con que verdaderamente sucede, que es la invasión militar rusa de Ucrania, orquestada por el presidente ruso y sus secuaces, y secundada por sus militares, pero no por toda la sociedad rusa. El otro inconveniente que voy a emprender es que ciertos representantes de entidades mundiales como la ONU y la FAO, al dar a conocer sus pareceres en las comunidades, suprimen expresiones fundamentales en sus alegatos, tal y como si estuviesen en pos de Putin. De este modo, charlan del «inconveniente» o de la «guerra en Ucrania», eludiendo nombrar la «guerra rusa de Ucrania» (palabras que voy a repetir en el presente artículo en tantas ocasiones como sea preciso), en tanto que la guerra se hace representando a uno país, si bien Según explicaré, no supone que todos de sus ciudadanos estén según la invasión.
Géneros de verboides
Hay tres géneros de verboides:
- Participios. Manifiestan el resultado de una acción terminada. Acaban en -ado o -ido. Su función es semejante a un adjetivo. Por poner un ejemplo: El examen aprobado me salvó. Además de esto, tienen la posibilidad de usarse en tiempos compuestos. Por poner un ejemplo: Estoy sentado.
- Gerundis. Manifiestan una acción que aún no terminó, o sea, emiten la iniciativa de continuidad. Acaban en -ando (si los verbos acaban en -ar) o con -endo (si los verbos acaban en -er o -ir). Su función en la oración es semejante a la de un adverbio. Por poner un ejemplo: Vamos caminando. Además de esto, tienen la posibilidad de ir acompañados del verbo “estar”, para expresar una acción se transporta adelante paralelamente con otra. Por servirnos de un ejemplo: Llegan los convidados.
- Infinitivos. Manifiestan el verbo en la versión original. Acaban en -ar, -er o -ir. Su función en la oración es semejante a la de un substantivo. Por poner un ejemplo: Soñar es gratuito. Asimismo se tienen la posibilidad de expresar de manera compuesta, andando como socorrieres y unidos a otro verbo. Por servirnos de un ejemplo: Deseo estar enamorado.