Hay que tener en consideración que la temperatura lograda en la boca, el recto o el oído es entre 0.3 y 0.6ºC mayor a la temperatura axilar o frente. Para eludir confusiones, al controlar la evolución de la fiebre se aconseja tomar la temperatura siempre y en todo momento exactamente en el mismo sitio.
Las temperaturas que indican fiebre dependiendo del punto de lectura son:
¿De qué manera marcha un termómetro?
Se usa más que nada en apps familiares o técnicas. El principio es sencillísimo: conforme incrementa la temperatura, el líquido del termómetro se amplía y eleva hasta una lectura alta; en el momento en que la temperatura baja, el mercurio se contrae y baja. El dispositivo puede llenarse no solo con mercurio, sino más bien asimismo con substancias que poseen alcohol.
Los valores axilares en los mayores son inferiores a los rectales en unos 0,5 – 1,5ºC. En los pequeños pequeños la diferencia de estas medidas es bastante menor. El plantel médico acostumbra medir la temperatura de la área corporal en la axila (medición axilar) y en la ingle.
¿De qué manera medir la temperatura de la manera mucho más precisa a mi hijo?
Para tomar la temperatura a tus hijos de manera precisa tienes distintos géneros de termómetros, como los digitales, los electrónicos de oído o los infrarrojos que se usan por norma general en la frente. Como vas a saber, los termómetros mucho más populares hace unos años eran los de mercurio, pero desde el 2007 su empleo está contraindicado por la Unión Europea gracias a que acarrean peligro de exposición al mercurio, que es tóxico.
Los digitales son los mucho más empleados por su efectividad y velocidad. Puedes hallarlos en todas y cada una de las farmacias y son muy fáciles de usar. En la mayoría de los casos, miden la temperatura de tres formas: oral, axilar y rectal, esto es, poniendo el termómetro en la boca, bajo la axila o en el recto. Para usarlo, sencillamente tienes que encenderlo y usarlo siguiendo las normas específicas del desarrollador.
Sugerencias en general
• Si nuestro bebé tiene fiebre, es esencial que gaste varios líquidos (leche, agua, jugos naturales…) para eludir la deshidratación. Asimismo debe alimentarse en el momento en que le baje la fiebre, pero no debemos forzarla jamás. ¡No debe comer si no posee apetito!
• El pequeño debe reposar mucho más de lo común. Esto no supone que esté todo el día acostado, pero tampoco debe gastar energía si no es requisito.