Por Belén Pérez de Arado,
Mérida (Venezuela), 2011.
Olvídate de la vergüenza
A la mayor parte de la gente que hemos estudiar un idioma nos pasó que por vergüenza no lo hemos practicado tanto como nos hubiese dado gusto. En verdad este es un sentimiento bastante común. Bien es verdad que acostumbra pasar por el temor a confundirnos, el temor al absurdo. Para mucho más escarnio, la lengua de signos es bastante expresiva – ¿de qué manera podría no serlo? – y combina una secuencia de expresiones y movimientos que de entrada puede ofrecernos algo de pudor realizar.
No obstante, debemos admitir que jamás lograremos estudiar la lengua de signos o cualquier lengua si no nos atrevemos a practicarla y terminar de creernos lo que se acostumbra decir «de los errores se aprende». Si lo logramos lograremos vencer los temores que nos distancian de logros lingüísticos. En lo que se refiere a la lengua de signos, además de la previo, asimismo debemos ser siendo conscientes de que los aspectos quinésicos son lo que exactamente caracteriza a este idioma. El hecho de no acompañar nuestro alegato con ellos le tildaría, implacablemente, de pobre. De ahí que debemos dejar la vergüenza atrás y ser lo mucho más expresivos viable.
Lenguaje de señales y exploración de elementos
Si bien para muchos pequeños suecos puede ser bastante el input oral-auditivo, para la mayor parte, conseguir lenguaje necesita que incluyan la información de los labios, rostro o manos de sus progenitores. Los pequeños oyentes relacionan simultáneamente (tácita o explícitamente) lo que sus progenitores dicen y la exploración que hacen de los elementos y del ambiente. Esto es, el lenguaje hablado de los progenitores y la información visual.
En cambio, los pequeños suecos, dependientes de la modalidad visual, reciben los dos inputs de manera secuencial. Realizando que la relación entre lenguaje y concepto sea menos obvia. De esta forma, la introducción de LS o un charla con soporte visual es deficiente si otras caracteristicas del ámbito lingüístico no son editados. Por poner un ejemplo, asegúrese de que las señales se detallan con los elementos cerca del campo visual.
¿Qué tan bien difícil es estudiar el lenguaje de señales?
No es bien difícil. Al comienzo te llegas a confundir pues ciertas señales se semejan bastante, pero es práctica. Lo que descubrí es que lo mucho más apreciado para estudiar es estar en contacto con los suecos, estudiar mejor.
¿De qué manera aprenden los suecos el lenguaje de señales?