Fotografía: Cert Xornal (CC)
Leo que «como instrumentos de comunicación, entre francés y catalán no hay color». Ajá. O sea, que hay lenguajes de primera y de segunda. Que un idioma no es por sí un instrumento de comunicación y cultura o que uno es mucho más y mejor instrumento de comunicación que otro. Sólo algunas de las lenguas tienen intrínsecamente exactamente el mismo valor. Y esto, permítanme el interrogante, ¿en razón de qué? ¿Del número de hablantes? ¿De algún género de supuesta superioridad lingüística, ética o estética? Ahora puestos, que se afirme abiertamente, sin vergüenza, ambages ni diplomacia: por el hecho de que uno representa una red social a nivel económico mucho más fuerte que otra; pues uno da cada vez más jugosas ocasiones de negocio merced a su expansión geográfica y situación geoestratégica y al producto interior salvaje de su Estado; pues uno tiene mayor prestigio popular que otro merced al aparato estatal y mediático que tiene detrás. Pero que no lo disfrazaran bajo milongas pseudointelectuales que se relacionan con la herramienta y eficacia sociable.
El enfrentamiento sobre el celtismo en Galicia
Entre los mayores debates sobre la narración de Galicia es el llamado «inconveniente del celtismo», en el que se contraponen una visión que apoya el origen céltico de Galicia y otra visión que charla de cultura autóctona con influencias mediterráneas y centroeuropeas.
La visión invasionista apunta la aportación de los celtas como esencia primordial de la civilización castrexa o castreña en Galicia. Esta teoría se fundamenta más que nada en las fuentes literarias de autores tradicionales como Avieno y Estrabón.
Las lenguas no indoeuropeas
Nos queda charlar primordialmente de lo ibérico y del vasco, en tanto que afirmamos que de la otra lengua, la tartesis-turdetana, se conoce poquísimo . Como vamos a repetir después, las lenguas paleohispánicas no indoeuropeas están distribuidas primordialmente por la costa mediterránea; o sea lo que va a llevar al contacto mucho más bien y también profundo de los romanos con la península ibérica, posible aspecto en la desaparición mucho más temprana de estas lenguas.
La lengua ibérica es la mejor documentada (mucho más de 1000 inscripciones), pero, por paradójico que logre parecer, no la mejor famosa. Parece ser, se charlaba prácticamente por toda la costa mediterránea peninsular, con una aceptable concentración en la región de la presente Catalunya. Para redactar se usaron 2 semisilabarios y el alfabeto grecoibérico ahora citado, que es el mucho más favorable para el estudio del ibérico por los lingüistas recientes, pero desgraciadamente el menos documentado.