Portada (aspecto) de Un sueño plurilingüe para España, de Àngel López García-Molins. Uno y Cero Ediciones. Los Estados deberán adoptar, en el momento en que sea correspondiente, medidas a la esfera de la educación, para fomentar el saber de la historia, las tradiciones, el idioma y la civilización de las minorías que hay en su territorio. (Producto 4.4 de la Declaración sobre los derechos de la gente correspondientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas aprobada por la Reunión General de la ONU)
No es requisito ser un lince para ver que en España se generan enfrentamientos por la utilización de las lenguas oficiales y cooficiales. Es suficiente con ver capítulos como las reacciones en las comunidades al empleo del catalán por las autoridades de la Generalitat en la última crisis del atentado islamista o acontecimientos institucionales como la denominación del catalán que se charla en Aragón como LAPAO (Legua Aragonesa Propia del Área Oriental) en vez de catalán que, vaya, es su nombre. O la del presidente de la Generalidad de Cataluña, del que se ha dicho en una biografía que solo pasaba por la fila del peaje que se encontraba rotulada en catalán, peaje. Lo cierto es que si nos ponemos, podríamos seguir con una lista bastante amplia de reacciones afines. Cualquier discusión nacional sobre las lenguas se disminuye a posiciones de fuerza, lamentablemente.
4º Portugués
Interesante que nuestro convecino peninsular se muestre asimismo en este pequeño top. Pero lleva razón de ser. De la misma italiano y español, el portugués tiene una pronunciación simple de controlar, un vocabulario de los mucho más fáciles y una conjugación verbal muy afín a la del resto de lenguas románicas.
Nota aparte: exactamente este es uno de los motivos por los cuales aconsejamos estudiar portugués. Un idioma en apogeo que es sencillísimo de estudiar (más que nada para los españoles). Si andas entusiasmado siempre y en todo momento puedes echar una ojeada a este curso de portugués:
Virtudes de charlar español
Más allá de que existen algunos lenguajes que nos resultan más difíciles de estudiar para los hispanohablantes, hay otros que por su cercanía nos ahorran un largo sendero en el desarrollo hasta dominarlos. Charlar español va a facilitar bastante la educación de la mayor parte de los lenguajes, más que nada en Europa. Esas personas que tienen el español como lengua materna les resulta mucho más cómodo relacionar términos, expresiones y expresiones de otras lenguas románicas, como la lengua francesa, el italiano, el portugués y el italiano. Explotar esta virtud mediante una experiencia intercultural puede traernos enormes provecho en el momento de hallar controlar un nuevo idioma en escaso tiempo.
Es por la similitud que hay entre las lenguas románicas, con lo que hay una mayor inteligibilidad entre todas y cada una. Esto quiere decir que esos que charlamos lenguas románicas tenemos la posibilidad de comprendernos mejor entre nosotros. Según datos de Ethologue, hay un nivel de similitud léxica del 89% entre el español y el portugués y el 82% con el italiano. Si bien no acostumbramos a comenzar a estudiar un idioma solo a fin de que nos parezca aproximadamente simple, es obvio que si entendemos español nos va a ser considerablemente más cómodo y veloz estudiar. Y, en todo caso, debe tenerse presente que estudiar nuevos lenguajes siempre y en todo momento necesita un cierto esfuerzo.