Resulta interesante que, durante las últimas décadas, se hayan creado una secuencia de mitos en torno al lenguaje de signos. Más que nada entre los individuos del español en todo el mundo. Aquí intentaremos desmontarlos de manera sencilla y rápida. Ciertos seguramente te suenan:
- Es un lenguaje conformado sencillamente por señales y movimientos. Por nada. El lenguaje de signos es una lengua como cualquier otra y, por consiguiente, responde a un sistema cultural y prueba la identidad de una red social tan esencial como es el de la gente con inconvenientes auditivos.
- Hay una lengua de señales por cada lengua oral. Es completamente falso. En verdad, no hay perseverancia de que ningún lenguaje de signos se haya creado en base o de manera paralela a una lengua hablada. Ni a nivel local ni global.
- Todos y cada uno de los datos son válidos en el mundo entero. Este mito está de forma directa relacionado con el primero. Debemos tomar en consideración que cada lengua de señales ha evolucionado basado en las pretensiones y especificaciones de cada cultura (no de cada lenguaje). Por consiguiente, se han distinguido. Por servirnos de un ejemplo, la definición de comida en España, donde usamos tenedores y cuchases para comer, nada debe ver con la usada en El país nipón, país donde se usan palillos.
- Solo la gente suecas utilizan el lenguaje de signos. Otro mito a derruir. Por poco que profundicemos en el lenguaje de signos nos ofrecemos cuenta de que hay individuos que no tienen ningún inconveniente de audición. Es la situacion, por servirnos de un ejemplo, de los hijos oyentes de progenitores suecos (HOPAS). Para ellos, la lengua materna no es el español, sino más bien el lenguaje de signos. Asimismo hay una enorme red social de intérpretes.
- La lengua de señales es semejante al lenguaje local. Esto queda patente al soliciar a cualquier persona usuaria frecuente de la lengua de signos que escriba una redacción en castellano. No vamos a tardar en percatarnos de que no es con la capacidad de usarlo de manera natural. Esto hay que, primordialmente, a que la lengua de signos tiene sus construcciones y reglas.
- La lectura de labios es mucho más eficaz que la lengua de señales. El oralismo debe comprenderse como complemento a este género de lenguaje. En verdad, los especialistas señalan a la necesidad de un avance políglota y bicultural, estableciendo que la lengua de signos es una parte de la identidad de todas y cada una la gente suecas. Además de esto, la lectura de labios es casi irrealizable para todos los que, por servirnos de un ejemplo, nacieron con una profunda sordera.
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1.3 Titulación ILSE
En vista de la necesidad de expertos eficientes en la interpretación fidedigna de la LSE, se publica en 1997 el Real Decreto 1266/1997 de 24 de julio, por el que se establece el currículo del período formativo de nivel superior pertinente al título de técnico superior en interpretación de la lengua de signos. Desde ese instante empiezan a salir al mercado de trabajo ofertas de intérpretes de LSE (ILSE) con un título oficial, pero contradictoriamente, esa lengua que interpretaban no tenía cabida en la legislación de españa. No fue hasta diez años después en el momento en que se consigue un reconocimiento nacional de la LSE y la Lengua de Signos Catalana (LSC) con la Ley 27/2007, de 23 de octubre por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de acompañamiento a la comunicación oral de la gente suecas, con discapacidad auditiva y sordociegas.
“Un político argentino, José Antonio Terry, tenía hijos suecos. A causa de esto, una de sus primordiales inquietudes fue que los pequeños suecos tengan la posibilidad de entrar a una aceptable educación. Por ese momento creyó que una educación de calidad para estos pequeños solo se hallaría en el procedimiento oral puro procedente de Europa. De ahí que creía que las academias de suecos habían de ser oralistas en Argentina.” (Burad, V., 2008:13). Estos acontecimientos rondan en 1982, y tenemos la posibilidad de asegurar que es el comienzo de la profunda predominación que el Congreso de Milán tuvo en la crónica de la LSA y en la Red social Sueca Argentina.
La sordoceguera no es la suma de 2 discapacidades, la sordera y la ceguera.
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Sistema dactilológico visual o en el aire
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Sistema dactilológico táctil o en la palma
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