Estimados y queridas enseñantes el Ministerio de Educación, desde la Dirección Nacional de Currículo como una parte de la política didáctica ha desarrollado un nuevo currículo de lengua extranjera inglés que responde a las pretensiones de la verdad ecuatoriana. La iniciativa curricular está desarrollada para los estudiantes de 2° a diez° nivel de Educación General Básica y de 1° a 3° de Bachillerato General Unificado, cuya lengua materna no es inglés. Ya que la población ecuatoriana se constituye de conjuntos de distintas orígenes culturales y lingüísticos, este plan de estudios admite que no todos y cada uno de los estudiantes en Ecuador son L1 hispanohablantes y hay múltiples grados de bilingüismo en las comunidades. Según con las pretensiones de una población lingüística y culturalmente diversa, esta iniciativa muestra una justificación y un marco para la educación de inglés al unísono que reconoce y posibilita la inclusión didáctica de los estudiantes, con independencia de la lengua materna (L1) . La iniciativa curricular es maleable, trabajada por subniveles, creada en cinco (5) bloques curriculares ajustados con el perfil de salida y los valores de justicia, innovación y solidaridad que fomenta, tal como con el Marco Común de Referencia para las Lenguas (MCER ) .
Conclusión
Los análisis comparativos que hemos citado en el presente artículo y todas las otras pruebas (dictado, gramática, prueba de cumplimentar espacios en blanco, narración oral, discriminación y también imitación fonética) corroboran que los estudiantes mayores tienen un ritmo de estudio mucho más veloz que los estudiantes mucho más jóvenes (Muñoz, 1999). Por otro lado, el beneficio que los pequeños de menor edad detallan en el medio natural en una situación de inmersión, lograr escenarios de dominio lingüístico mucho más próximos a los escenarios originarios, solo se mostraría, en teoría, en un largo plazo.
En nuestro estudio ahora llegamos al medio período, con los datos del tiempo 2, sin que se viese apuntar la presunta virtud de los estudiantes de comienzo mucho más bien. En un contexto de educación reglada, la última ocasión que tienen estos estudiantes para lograr o sobrepasar a los estudiantes de edad de comienzo mucho más tardío se ubica en el final de los estudios de la etapa secundaria, y es en estos escenarios donde se ubicará nuestra última comparación11.
Hasta entonces, tenemos la posibilidad de pensar sobre los resultados que se consiguieron por este y otros estudios en un contexto formal. Primeramente, semeja que el ritmo superior de los practicantes mayores responde a su avance cognitivo, avance que les deja explotar de manera mucho más eficiente las ocasiones de estudio explícito que se dan en un medio formal. Por su lado, los pequeños mucho más jóvenes tienen virtud en ocasiones en las que se tienen la posibilidad de emplear mecanismos de estudio tácitos, mucho más próximos a los usados en la educación de la lengua materna (DeKeyser, 2000; Muñoz, 2001a). Más allá de que es verdad que la metodología usada con los estudiantes de edades tempranas quiere llevar al sala ocasiones naturales que induzcan la educación implícito de la lengua, en las situaciones recientes comunmente el contacto con la lengua no es bastante profundo a fin de que estos mecanismos de estudio se pongan en desempeño. Consecuentemente, en la situación de hoy las condiciones de estudio lingüístico que se dan en la escuela son mucho más favorecedoras para los estudiantes de mayor edad y avance cognitivo.