- Por favor, ordena tu habitación esta tarde.
- Todas y cada una de las mañanas son iguales.
- Quizá sea cierto.
- Quizá lleve razón aquel sujeto.
- Buenas tardes.
- ¿Se puede emplear el celular en esta obra?
- No conozco ningún país de Europa.
- ¡Qué hermosura!
- ¿Mañana vienes a verme?
- No vuelvas hasta el momento en que te arrepientas enserio
- ¡Mañana vienes a verme!
- La señora del cuarto piso se prosigue quejando del estruendos de los vecinos.
- Hasta mañana.
- Contraindicado pisar el césped
- ¡Qué calor!
- Jugué toda la tarde con mis amigos de la escuela.
- Llovizna desde la mañana.
- Me alegra bastante conocerlos.
- ¡Silencio!
- De qué manera me agradaría mencionarle todo cuanto pienso…
Prosigue con:
Unas partes de la oración
generalmente, nueve distintas partes o géneros de elementos, que se distinguen en las respectivas categorías gramaticales (o géneros de expresiones):
- Sustantivos. Son las expresiones usadas para llamar al planeta, en tanto que tienen substancia (de ahí su nombre). Tienen la posibilidad de ser propios (o sea, nombres, como Juan o Francia) o recurrentes (términos mucho más en general, como chaval o piedra).
- Adjetivos. Expresiones que acompañan a los sustantivos y nos indican ciertos de sus aspectos de sentido, ampliando o delimitando su concepto. Tienen la posibilidad de ser adjetivos que aportan un sentido concreto (títulos), como “feo” o “azul”; o un sentido de pertenencia (posesivos), como “de el” o “nuestra”; o que expresen una relación (relacionales), como “en todo el mundo” o “político”; o que sencillamente aclaren a quienes hablamos (demostrativo), como “este” o “aquella”, entre otros muchos.
- Productos. Otro género de acompañantes del substantivo, que asimismo aclaran información, pero en términos considerablemente más sencillos y de relevancia gramatical: género, número y determinación. De esta manera, los productos en castellano son nueve:
- Los productos ciertos. Se emplean en el momento en que el substantivo es popular o concreto, y son: el (masculino, singular), la (femenino, singular), aquello (neutro, singular), los (masculino, plural) y las (femenino, plural).
- Los productos indeterminados. Se usan en el momento en que el substantivo es irreconocible o inespecífico, y son: uno (masculino, singular), una (femenino, singular), unos (masculino, plural) y unas (femenino, plural).
- Verbos. Expresiones que manifiestan y describen las acciones, y que van siempre y en todo momento conjugados en las frases, o sea, van en concordancia de persona y número con el sujeto. Además de esto, manifiestan un tiempo y una manera en que pasa la acción, tal es así que sepamos por su composición de qué precisamente hablamos. Son ejemplos de verbo “charlar”, “caminaría”, “nadaremos”, “aceptará” o “fose”.
- Adverbios. Son expresiones modificadoras de los verbos (u otros adverbios o adjetivos), cuyo papel es modular o caracterizar la manera en que suceden las acciones de la oración. Son ejemplos de adverbios: “bastante”, “bien”, “jamás” o “poco a poco”.
- Conjunciones. Expresiones que tienen un sentido gramatical únicamente, y que se usa para juntar otras expresiones o aun frases, tendiendo un puente lógico entre ellas. Por servirnos de un ejemplo: “y”, “o”, “pero”, “sino más bien”.
- Preposiciones. Expresiones dotadas de un sentido relacional, o sea, que no tienen un concepto en sí mismas, sino manifiestan una relación por ejemplo expresiones, que puede ser aproximadamente concreta. Son ejemplo de preposiciones: “de”, “por”, “sobre”, “contra”, “por”, etcétera.
Pronombres. Son comodines gramaticales que reemplazan a los sustantivos y nos dejan no tener que repetirlos todo el tiempo, realizando el lenguaje mucho más eficiente. Tienen la posibilidad de ser de distinto tipo: personales (“yo”, “tú”, “nosotros”, etcétera.), demostrativos (“es”, “esos”, “esta”, etcétera.), posesivos (“mio”, “tú” ”, “sede”, etcétera.), por ejemplo categorías probables.