El lenguaje se encuentra dentro de las habilidades mucho más enigmáticas y sorprendentes de los seres vivos. Durante los siglos, pensadores, científicos, filólogos y legos se han adentrado en el análisis de su mucho más profunda esencia para procurar transcribir el misterio del origen, el mecanismo de avance e inclusive la evolución futura. Pese a la cantidad considerable de cuestiones por solucionar, todos semejan encajar en que la comunicación que deja este lenguaje fué y es trascendental para las relaciones de un conjunto de individuos entre ellos y con su ambiente. Ciertos animales establen contacto, entre otros muchos, por vía acústica (como los pájaros), por vía química (p.ej., feromonas) (como las hormigas) o por vía visual (como los sapos). Y estas les dejan tener relaciones con distintas objetivos, como: emparejarse, marcar un territorio, detallar hábitos grupales, cuidar a crías, y otras opciones en función de sus pretensiones de supervivencia y también interacción popular, si las hubiere . En la situacion de los humanos, la capacidad del lenguaje se materializó instantaneamente de la lengua, un sistema complejo de comunicación que se fundamentaba en la articulación de sonidos para conformar entidades de concepto que, por convención, dejaran extraerlas un concepto preciso. Además de esto, gracias a la expansión de los humanos por todo el planeta, se gestaron lenguas diferentes a las diferentes comunidades de las civilizaciones, las que se fueron construyendo hasta transformarse en las lenguas que charlamos actualmente. De hecho, las expresiones que usamos día a día son las agradables gemas verdes que afloran de una rama mucho más vieja que medra en un árbol terciopelo enramado de raíces sepultadas en los comienzos de la comunicación humana. Estas pasarían a conocerse más tarde como lenguas naturales.
No obstante, con el pasar de los años durante la historia, estos pensadores, científicos, filólogos y legos se han preguntado sobre el infinito número de lenguas que ya están en nuestro planeta, tal como en las adversidades que esto implica para las relaciones entre personas entre las diferentes etnias. No todas y cada una la gente pueden entrar a una capacitación en una segunda lengua (idealmente, de divulgación) ni tampoco es viable llevar los servicios de traducción a todos y cada uno de los rincones del mundo. Por ese fundamento, se comenzaron movimientos que procuraban la creación de una sola lengua de empleo común. Claro, como se les ocurrió a bastante gente, este terminó transformándose en un término de obligado trato en plural, que actualmente conocemos como lenguas artificiales (si bien reciben otros nombres, como lenguas construidas, conlangs , o ideolenguas). Reciben ese nombre pues no tienen un origen compartido de manera convencional por un conjunto de hablantes que haya ido evolucionando en todo el tiempo. Por contra, hablamos de producciones desde el princípio, que tienen la posibilidad de escoger elementos de otras lenguas que ya están, que realiza un individuo o conjunto achicado de personas para una finalidad concreta y en las que, naturalmente, no tiene hablantes originarios.
Hablo español a Dios, italiano a las mujeres, francés a hombres y alemán a mi caballo.
La compañía de Gliwice traduce contenidos escritos de casi todos los lenguajes, colaborando con mucho más de 700 traductores de prácticamente todo el planeta.
A fines de la década de los años noventa del pasado siglo, Maciej Grubel se encontraba implicado en marketing, propaganda, diseño de websites y probablemente no aguardaba que en pocos años se transformara en entre los actores mucho más enormes del ámbito, en que no tenía experiencia en ese instante.
¿Nuestra generación vive una exclusiva «babelización»?
O sea lo que varios se preguntan… Y sucede que Europa lo tuvo claro en el momento de seleccionar la arquitectura de su sede parlamentaria.