la academia de la lengua aprueba el lenguaje femenino inclusivo

El Universal / Roberto Gutiérrez

Como una parte de la pelea por la igualdad de género, el movimiento feminista ha recurrido ya hace cierto tiempo a eso que tiene por nombre lenguaje inclusivo. No obstante, un segmento de la opinión pública considera que esta clase de lenguaje es bastante artificial y que, por consiguiente, está designado al fracaso.

Y no obstante…

Pese a todas y cada una de las críticas y resistencias, son indiscutibles los adelantos. Deseo fijarme en uno que acostumbra pasar inadvertido y que es interesante, ya que exhibe una inclinación contraria a lo frecuente.

Me explico. Por norma general, los cambios lingüísticos se generan en la sociedad, en el charla, y después la RAE, en el momento en que los ve asentados, los aprueba y también tiene dentro al corpus teorético de la lengua. De esta forma sucede, por servirnos de un ejemplo, con el léxico: en una sociedad dinámico van apareciendo expresiones novedosas y, conforme estas quedan arraigadas al empleo, la RAE las va incorporando a su Diccionario. De esta forma, el 16 de diciembre de 2021, anunció que su próximo Diccionario incluiría los términosbitcoin, bot, ciberacoso, ciberdelincuencia, criptomoneda, geolocalizarioywebinario.

¿En castellano?

En múltiples países de América Latina, como Argentina y Chile, organizaciones de la sociedad civil y ciertas entidades públicas impulsan la utilización de la letra “y también”, como “él” en vez de él o ella , para marcar la neutralidad gramática. La capacitad de Ciencias Sociales de la Facultad de Buenos Aires, seguida por otras instituciones de educación superior, acogió la utilización del lenguaje inclusivo “en alguno de sus costumbres” en el mes de julio de 2019.

L’ Encuesta Nacional de Salud Mental de Jóvenes LGBTQ del Emprendimiento Trevor (2020) en USA señaló que 25% de jóvenes emplean pronombres o una combinación de pronombres neutros. Otro estudio sobre la salud psicológica de jóvenes transgénero en el país, apoyado por el Centro Nacional de Salud Mental, halló que los jóvenes que tienen la posibilidad de emplear su nombre escogido – en vez del nombre que se les dio al nacer – reportan menos depresión y también ideación y accionar suicida, que tienden a ser superiores para ese conjunto de jovenes.

Así, en el primer capítulo se considera insignificante la inclusión del doble género. Esto es, «todos y todas y cada una», tal como la utilización del llamado «lenguaje inclusivo» que usa «x», «@» o «y también» en vez del plural, o sea, «todxs», » todos o «todos».

Además de esto, resalta que el género masculino, “por ser el no marcado, puede cubrir al femenino en determinados contextos”.

El rechazo a las expresiones del lenguaje inclusivo pasa a algunas semanas antes que la RAE deba mandar un informe sobre la viable modificación del artículo de la Constitución de españa. Estos cambios les solicitó la vicepresidenta de ese país. Ya que la meta es reflejar mucho más paridad de género.

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