la lengua culta se caracteriza por posee un código restringido

En sus puntos en general, el lenguaje culto se identifica por:

  • Compone un alegato fluido y continuo, con un léxico complejo que deja expresiones muy exactas.
  • Emplea de manera precisa y adecuada las expresiones, eludiendo barbarismos y con determinada riqueza estilística.
  • Es claro y muy elegante en la manera de decir las cosas.
  • No frecuenta incurrir en vulgarismos, sino asiste mucho más bien a cultismos y giros auténticos del idioma.

Especificaciones lingüísticas de los registros idiomáticos

Las especificaciones lingüísticas de los tres registros idiomáticos están en función de las próximas variedades contextuales:

, formal…)

Este código se identifica por ser planeado, traje, con varios elementos; esto deja expresar. Tratándose de la comunicación oral, tiende a vocalizar mucho más esmeradamente todos y cada uno de los sonidos, si bien a veces no se pronuncia bien la letra -d-. Asimismo es frecuente el yeísmo. La acentuación es siempre y en todo momento adecuada y la entonación tiende a ser distendida. En el chato morfosintáctico existe, tanto en la expresión oral como en la redactada, una oración correcta, con varios vínculos que dejan leer mucho más de forma fácil la oración o el artículo, lo que deja la utilización recurrente del hipérbatón. La capacitación de femeninos y plurales, así sea la concordancia, es adecuada. La cohesión entre los tiempos verbales de las frases compuestas, como los del alegato general es siempre y en todo momento correcta, comunmente acostumbra evadirse fórmulas de carácter expresivo. La amplitud del vocabulario es el aspecto mucho más considerable. Esto actúa por la utilización de adjetivos, tal como en la precisión semántica de todos y cada uno de los términos usados, a veces se da rincón al cultismo.

  • Registro común o familiar (habitual, estándar, habitual…)

    Este registro idiomático es menos traje que el nivel culto. -En la modalidad informal (oral, dialogada) es lo que mejor expresa las ideas, es menos formal, y tiene muchas maneras de manifestar las conmuevas y los sentimientos. -En la modalidad redactada es lo que usan los medios por el hecho de que con él se puede llegar a un elevado número de leyentes. -En el chato fónico emplea una amplia y extensa variedad de elementos paralingüísticos para enseñar la expresividad (dislocaciones del ritmo y la intensidad, refuerzo acentual…). Asimismo se sostiene con movimientos que dejan, a veces, algún sobrentendido en la formulación de las ideas.

    En lo que se refiere al chato morfosintáctico, se generan muchas elipsis en la construcción de las oraciones si hablamos de comunicación oral, tal como algún caso de discordancia entre los elementos oracionales. Se elige la sintaxis fácil, con frases cortas y escasas frases subordinadas; en el momento en que se muestran se organizan de manera fácil y siempre y en todo momento se usan exactamente los mismos vínculos. Se dan las reiteraciones, las creaciones pleonásticas para recalcar la expresión de la aserción del mensaje (lo edifiqué con las manos propias). La manifestación de conmuevas está en las frases exclamativas como mejor instrumento. En el nivel léxico-semántico, más que nada en el chato informal, abusa de cuñas (bueno, ya que) y de oraciones fabricadas. Le da relevancia a la expresión con abundancia de comparaciones absurdas (Mucho más feo que Picio) o expresivas (Estoy hasta los mismísimos), hipérbolas (Esto está en las lomas de Úbeda), expresiones cariñosas construídas con superlativos, diminutivos y despreciativos (Qué nariz mucho más mona!). En la mayoría de los casos, el léxico es con limite.

  • Charla vulgar.

    El charla vulgar es un código limitado: pobre, repetitivo, informal y cargado de fallos lingüísticos. Su empleo está en la comunicación oral. Hace aparición en pocos instantes: notas, anuncios o cartas familiares, en las que no se respetan las reglas del empleo escrito (reglas ortográficas, construcción sintáctica…). Asimismo se emplea, con una menor frecuencia, para caracterizar individuos y ocasiones, en proyectos literarias y contenidos escritos periodísticos, como las crónicas o los documentales. Se identifica por el lenguaje no verbal: articulaciones excesivas u omitidas, contrastes en la entonación, un alto volumen de voz…

    Fallos Usuales: tildas apartadas (telégrama, perito, letras y números), inquietudes al vocalizar hiatos y diptongos ( Juaquín, carnicería), pérdida de las consonantes d, r, n -pa (para), na (nada), tiene (tenso)-, confusión de b-g (abuja, agüelo), pérdida de la -s final de sílaba o de palabra, contracción de preposiciones y productos (p’al); acortamiento de los pronombres me, te, está enfrente de una vocal (me dijo). La reiteración de exactamente las mismas conjunciones y alocuciones conjuntivas (y, que, de todo lo mencionado, en el momento en que…), la utilización abundante de interyecciones, alocuciones interjetivas y el modo perfecto impersonal (¿De qué manera van las cosas?; ¿Qué se le va a hacer?)  

  • Los fallos mucho más usuales en los registros idiomáticos son:

    • Añadir de la -s a la 2ª persona del pretérito especial fácil (*hicistas), modificaciones de género y número ( el amoto, exactamente el mismo agua), empleo elevado del “de” (Considero que está mal esto), disonancias (Cada individuo debemos colaborar), laismo, loísmo y leísmo (Le he dado un obsequio), empleo incorrecto de los pronombres átones me, te, se (Me ha caído), creaciones verbales incorrectas (andé, frego, haya) y fallos en la utilización de las formas verbales en las frases subordinadas ( *Si tendría dinero iría al cine; *Se brincó el semáforo atropellando a un peatón); concordancia del verbo y del complemento directo en impersonales (Habían varios espectadores).

    Resalta asimismo la utilización de vocabulario muy achicado, la poca pluralidad de sinónimos y la utilización exagerado de las expresiones baúl (cosa, llevar a cabo, tener esto, tema, tema, problemática… ) Las incorrecciones mucho más usuales son : – Confundir significados (perjuicio-prejuicio, emitido-omitido, cápsula-cláusula), fallos en los sufijos (inmutable-inalterado) o empleo inapropiado de sufijos (dominancia, detallación, adjetivizado) y, por último, la utilización repetido de cuñas o expresiones vacías de contenido (¡hombre!, ¿vale?, ¿no?, ¡venga!, ya que, bien…).

  • Nivel informal y familiar

    En el momento en que charlamos de estilo informal hablamos a la manera de comunicación habitual y diaria que usamos en las diálogos similares con los puntos de la vida. Si bien acostumbran a observarse ciertos fallos lingüísticos, se actúa por la regla y la utilización preciso de la lengua. En el nivel informal sobran los adjetivos y la utilización de metáforas o refranes, etcétera. Por otra parte, el nivel familiar es el que usamos en diálogos íntimas y personales con familiares amigos. El lenguaje es espontáneo, acepta improvisaciones y reiteraciones. Ciertas especificaciones son:

    1. Facilidad en el léxico – Empleo recurrente de muletas, por poner un ejemplo: entonces, ¿verdad?, ósea…); empleo desmedido de aumentativos, diminutivos o exclamaciones, entre otros muchos. Por servirnos de un ejemplo: pequeño, careta, grandote, ¡qué despiadado!, etcétera.).

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