Se sabe muy poco sobre lo que puede causar una lengua fisurada, que ocurre cuando aparecen surcos o surcos profundos en la superficie que a veces se asemejan a grietas. Este problema se ve a menudo con la edad, y algunos expertos en cuidado oral creen que la tendencia de la lengua a fisurarse puede ser genética, pero hay varios otros factores que pueden provocar esta condición. En la mayoría de los casos, hay muy poco daño en tener una lengua fisurada, pero hay varias medidas que las personas pueden tomar para asegurarse de que no surjan problemas como la sensibilidad y la infección.
En muchos casos, las personas que tienen una lengua fisurada pueden ni siquiera ser conscientes de ello. Se encuentra con mayor frecuencia a través de exámenes médicos o dentales de rutina porque, a menos que sea descubierto por el médico o por personas que examinan su propia lengua en un espejo, no hay síntomas perceptibles. Las causas de la condición pueden incluir desgaste; con el tiempo, los alimentos picantes pueden hacer que la superficie de la lengua desarrolle grietas. Las personas que tienen ansiedad pueden desarrollar el hábito nervioso de rasparse la lengua sobre los dientes, lo que también puede contribuir a que la superficie de la lengua se vea comprometida. Una vez que aparecen estas fisuras, hay varias acciones correctivas que las personas pueden tomar para asegurarse de que no empeoren ni provoquen un problema médico mayor.
Una vez que un médico ha diagnosticado una lengua fisurada, no hay nada que pueda curar las grietas, pero es importante asegurarse de que las bacterias no se acumulen en las fisuras, especialmente si son particularmente profundas. Para asegurarse de que esto no suceda, la superficie de la lengua se puede limpiar suavemente con un cepillo de dientes suave. Se deben evitar las cerdas ásperas o el restregado vigoroso, ya que esto podría causar irritación o sangrado. Los enjuagues bucales fuertes, como los que contienen mucho alcohol, deben reemplazarse por una marca más suave. Las personas también deben ser conscientes de las sustancias que agravarán aún más las fisuras, especialmente si son profundas. Algunos de estos incluyen alimentos muy picantes o picantes (chiles, salsa, alitas picantes), licor fuerte y humo de cigarrillo.
Si bien no se ha demostrado que fumar aumente las posibilidades de desarrollar una lengua fisurada, fumar hace que la lengua esté más seca, lo que puede conducir a una mayor sensibilidad. Además, hay muchos aditivos en el tabaco que también pueden irritar los surcos. Se debe evitar fumar para mantener la boca más limpia y la lengua húmeda. Si se produce sangrado o llagas, no se deben minimizar ni ignorar, ya que pueden ser signos de infección.
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