En el planeta se charlan unas 7 mil lenguas, según el Atlas de las lenguas en riesgo de la UNESCO precisamente 3 mil lenguajes estarían bajo riesgo de ocultar en las próximas décadas. 4% de las lenguas de todo el mundo son habladas por 96% de los pobladores del mundo y, por contra, 96% de los lenguajes de todo el mundo son hablados solo por 4% de la población mundial. Mucho más de 200 lenguajes solo tienen diez hablantes. Se calcula que la mitad de las lenguas de todo el mundo carecen de escritura. Según el lingüista francés Claude Hagège, 25 lenguas desaparecen de año en año; de igual forma, mucho más de 3 mil carecen de escritura. Con la globalización y avance de Internet, las lenguas mucho más usadas son la lengua inglesa, el chino y el español. Se da la coyuntura de que la multitud se comunica poco a poco más, pero simultáneamente se charlan menos lenguajes. Una lengua que no está que se encuentra en Internet está prácticamente fallecida. La desaparición es una pérdida irreparable de la historia, la civilización y los entendimientos ancestrales de un pueblo o conjunto étnico.
La mitad de las lenguas de todo el mundo se charla en ocho países: Papúa Novedosa Guinea con prácticamente 900 lenguas, Indonesia con prácticamente 740, Nigeria con 515, India con 400, México con 364 variaciones lingüísticas (68 lenguas y las sus) variedades dialectales), Camerún y Australia con mucho más de 260 y Brasil con 234. La situacion de Brasil es preocupante: en el siglo XIX se charlaban precisamente mil lenguas; un siglo y medio después solamente hay 200, siendo el tikuna la mucho más hablada, con 30 mil hablantes. El chipaya o el apiaka solo tienen uno o 2 hablantes. La situación de las lenguas indígenas australianas es aún peor: unas 30 lenguas tienen un solo hablante y con su muerte se van a perder una cantidad enorme de años de una cultura (idioma, ritos, canciones, música, leyendas, etcétera). Las mucho más habladas son: el chino chino mandarín, con mucho más de mil 150 millones de hablantes en un país de mil 360 millones, donde hay otras lenguas como el cantonés y el wu —que se consideran dialectos del chino chino mandarín, si bien son mutuamente inintel ·ligibles—; el español, con mucho más de 520 millones de hablantes en 23 países, y México es el país con mucho más hablantes, con 117 millones; la lengua inglesa, hablada durante más de 440 millones de hablantes originarios, es oficial en 43 países siendo USA el de sobra hablantes; como segunda lengua lo charlan mucho más de 900 miles de individuos y se convirtió en la lengua franca en todo el mundo. Le prosigue el hindi, con 400 millones entre hablantes originarios y los que lo usan como segunda lengua; prosiguen el ruso, el árabe y el portugués, con mucho más de 240 millones de hablantes, cada uno de ellos.
Pero hay buenas novedades…
Según la UNESCO, «en lugar de ocultar, ciertas lenguas locales están en verdad floreciendo» en el planeta. Estas lenguas “de evolución rápida” son lenguajes transfronterizos.
«Las dos variaciones regionales del maorí, que se charla en Novedosa Zelanda y en las Islas Cook, y del sami, que se charla en el norte de Europa, se han beneficiado de los sacrificios de los gobiernos por revitalizar estas lenguas en las décadas de 1980», afirma la organización.
¿Qué se hizo en Ecuador para proteger las lenguas maternas?
En las últimas décadas, el Estado logró adelantos esenciales para la conservación de la pluriculturalidad. De esta manera en La Constitución de 2008 se reconoce (Cap. 1, Art. 2) el kichwa (quichua) y el shuar como lenguajes oficiales de relación intercultural.
Asimismo se fomentó la visibilización de los pueblos y nacionalidades de Ecuador a través del Censo de Población y Vivienda de 2010, efectuado por el Centro Nacional de Estadística y Censos (INEC), que incluyó cuestiones sobre autoidentificación étnica.