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Qué estudia la lingüística
La lingüística (del francés lingüístico) es la ciencia que estudia todos y cada uno de los puntos del lenguaje, como la aptitud de hacer llegar que tienen los humanos y todos y cada uno de los puntos de una lengua como manifestación específica de esa aptitud. Hasta el nacimiento y las funcionalidades lingüísticas como la ciencia, la gramática fue comúnmente la que aceptó el estudio de la lengua. En las ciencias que implica a la lingüística se puede nombrar la sintaxis, la lexicografía, la teoría de la lingüística, la morfología y la ortografía entre otros muchos.
¿Qué es la lengua?
La lengua es un sistema de signos lingüísticos que tiene concepto y que puede ser decodificado entre personas que manejan exactamente el mismo sistema. Hay una gran variedad de lenguas según cada cultura en el mundo entero, que se emiten a través del lenguaje que es la aptitud intrínseca del humano de manifestarse de manera verbal (oral o redactada) o no verbal (gestual, icónica) o ilustrativa).
El signo lingüístico es un grupo de fonemas que forman expresiones o significantes, o sea, las expresiones designan un factor o iniciativa. El término que la palabra crea en la cabeza del hablante tiene por nombre concepto. Según la lengua, diferentes expresiones o significantes designan un mismo elemento o concepto. Por servirnos de un ejemplo, casa en castellano o house en inglés se usan para designar una composición con paredes, techo, puertas y ventanas en las que viven la gente.
Ramas de la lingüística
La lingüística se puede ordenar en distintas campos o escenarios, según con el aspecto concreto del lenguaje que sea de su interés, de la próxima forma:
- Fonética y fonología. Lleva por nombre de este modo al estudio de los sonidos precisos para la realización del lenguaje verbal. Esto incluye tanto las emisiones físicas de cada sonido articulado, como la configuración puntual de nuestro aparato fonador en el momento de generarlo; pero asimismo las imágenes acústicas (mentales) a las que estos sonidos están socios y que se usa para referirse a algo preciso de la verdad. De este modo, la fonética debe ver con el charla (específica, física, dinámico) y la fonología con la lengua (abstracta, mental, perdurable).
- Morfología y sintaxis. Comunmente referidas como una sola especialidad, la morfosintaxis, estas ramas de la lingüística se encargan de entender tanto la activa de la capacitación misma de las expresiones, o sea, la manera en que se conforman y se tienen dentro las piezas importantes mínimas de cada vocable, al tiempo, la activa de capacitación de las frases a través de la combinatoria de las expresiones ahora formadas. Esto quiere decir que la morfología es el estudio de la manera (y capacitación) de las expresiones, al tiempo que la sintaxis es el estudio de la organización (oracional) de las expresiones.
- Semántica y pragmática. La primera especialidad de este par, que acostumbran a estudiarse en su grupo, se enfoca en el concepto de las expresiones y en las formas como estas tienen la posibilidad de asociarse, comunicar sentidos y conformar un sistema léxico, o sea, un conjunto dinámico , vivo, de sentidos ; al tiempo que la segunda, la pragmática, se atrae mucho más bien por los elementos extralingüísticos (no verbales) que tienen un papel sobre los significados, esto es, sobre los contextos en los que dicen lo que dicen, y que tienen la posibilidad de ser tanto o mucho más significativos que lo que se dijo.
¿POR QUÉ CERVANTES ESTÁ EN CONTRA DE LAS NOVELAS DE CABALLERÍA?
Varios se han preguntado la causa de la fuerte crítica que hace Cervantes en las novelas de caballerías. ¿Por qué razón? ¿Qué impulsó a Cervantes a redactar Don Quijote?
Realmente, señor cura, yo acercamiento por mi cuenta que son dañinos a la república estos que llaman libros de caballerías; y si bien he leído, traído de un ocioso y falso gusto, cerca del principio de todos y cada uno de los mucho más impresos, jamás he podido acomodarme a leer ninguno del principio en la cabeza, pues me da la sensación de que, cuál mucho más, qué menos, todos ellos son una cosa mucho más, y no posee mucho más este que aquel, ni estrotre que el otro. (Don Quijote, I; XLVIII)