El asesor de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, ha adelantado este jueves que el Períodico Oficial de Castilla-La Mácula (DOCM) publicará en los próximos días una convocatoria de 239 ayudas, de 1.200 euros cada una, dirigidas al profesorado de centros públicos a fin de que efectúen tutoriales de capacitación lingüística y/o metodológica fuera de España.
¿Quién debe redactar mi carta de recomendación?
A los causantes de la contratación les agrada ver cuando menos una carta de recomendación, pero lo aconsejable es mandar de tres a cinco, si bien el número cambia según tu trayectoria académica y/o laboral. La gente de referencia tienen la posibilidad de cambiar en función de tu campo laboral y experiencia profesional, pero tienes que escoger personas que hayan tenido una relación académica y profesional efectiva contigo. Tienen la posibilidad de ser instructores, tutores, jefes, guías, compañeros de trabajo o jefes.
Las cartas de recomendación no han de ser muy amplias, pero sí tienen que concentrarse en tu experiencia, tus logros y capacidades. En el momento en que solicites a alguien que te escriba una carta de recomendación laboral, acostumbra hacer más simple integrar tu currículo vitae y una descripción de los sitios a los que optas. Esto le puede contribuir a contextualizar el campo y el género de experiencia a resaltar.
Ni inglés, ni ciencia ni nada
Las AMPA consultadas afirman respetar las resoluciones de los distintos institutos, y sostienen que “si se hizo, es por el hecho de que estiman que es lo destacado para a nuestros hijos”. No obstante, posiblemente entre las causas tras esta escapada sea que el foco de interés de los progenitores haya cambiado. «Hace 4 o cinco años, todo era bilingüismo, bilingüismo, bilingüismo», enseña Ernesto Gómez, instructor de Inglés de Nuestra Señora de Montserrat de Albacete. «En este momento, el interés está en otras cosas, como la educación por proyectos». Es uno de esos casos en los que han favorito frenar y mudar de rumbo antes de impartir las materias troncales en inglés: “No tenemos ganas que merme la calidad didáctica y consideramos que el plan podía ir en menoscabo”.
No obstante, ciertos de estos centros buscan elecciones para continuar enseñando inglés a los estudiantes sin que ello perjudique los desenlaces o deje atrás a los alumnos con mayores adversidades. Habitualmente esto se traduce en acrecentar el número de horas laborables de la asignatura de inglés o la introducción de socorrieres de charla. Ningún instituto acepta haber dado la espalda a las lenguas extranjeras, pero sí matizan su relevancia o desconfían de los desenlaces de impartir en otros lenguajes “materias de las que después deberán examinarse en selectividad”. Es lo que pasó en el instituto La Prodigiosa de Cuenca, donde, como enseña su directivo pedagógico, Javier Marugán, están “usando socorrieres de charla para una mayor inmersión lingüística”.