La científica sueca Laura Fratiglioni ha demostrado que todo el mundo puede minimizar el riesgo de verse afectado. Factores de presión arterial y el peso al grado de actividad física y mental puede influir funcionamiento cognitivo a medida que uno envejece. El alargamiento del promedio de vida de la población ha provocado un aumento en la prevalencia de los trastornos relacionados con el envejecimiento, uno de los cuales es el deterioro cognitivo y la demencia. Un panel de expertos estima que en todo el mundo más de 24 millones de personas se ven afectadas por la demencia, la mayoría sufre de enfermedad de alzheimer. en el más países desarrollados, el 70 por ciento de las personas con demencia tienen 75 años o más. La edad es el mayor factor de riesgo para desarrollar demencia. Pero cada vez hay más pruebas de que la fuerte asociación con el aumento de la edad puede explicarse, al menos parcialmente, por una exposición acumulativa a lo largo de la vida a diferentes factores de riesgo.
El grupo de investigación de Laura Fratiglioni en Instituto Karolinska es líder en la identificación de los factores de riesgo que se encuentran detrás del desarrollo de la demencia y en el uso de este conocimiento para desarrollar posibles estrategias preventivas. La investigación del grupo ha demostrado que el riesgo está determinado en parte por un individuo predisposicion genética, y que la participación activa en actividades mentales, físicas y sociales puede retrasar la aparición de la demencia al preservar las funciones cognitivas. La educación superior en los primeros años de vida tiene un efecto protector, y la investigación del grupo ha demostrado que nunca es demasiado tarde para empezar.
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