En el campo de la salud felina, como dueño y mejor conocedor de tu animal, eres la primera persona en advertir que algo no va bien puesto que, ves el gato día a día, lo alimentas y sostienes limpio cajón de arena.
Protege el pelo
Los gatos familiares pasan prácticamente una tercer parte de su historia lamiendo su pelaje, lavando y sacando el pelo fallecido. Puede suceder que se detengan y a lo largo de unos segundos se olviden de sacar la lengua en la boca. Nuevamente esto no es fundamento de preocupación.
Los gatos tienen la posibilidad de eliminar la lengua en el momento en que experimentan ocasiones agobiantes o en el momento en que tienen temor. Ciertos felinos, por servirnos de un ejemplo, padecen cinetosis, una suerte de mareo en el automóvil que experimentan a lo largo del transporte. En un caso así, Micio puede presenciar temor a un ambiente irreconocible, tener un desequilibrio de la oreja interna que le marea y se desplaza, o aun tener un recuerdo traumático de una experiencia pasada pasada. Los síntomas son lengua fuera, babeo y contrariedad para respirar.
Los cristales de oxalato
Por otro lado, algunas plantas que poseen cristales de oxalato de calcio insolubles tienen la posibilidad de ocasionar quemaduras en la boca de los gatos. A dios gracias, estos compuestos jamás son mortales para los felinos, solo muy incómodos.
Tal como en el intoxicación cáustico, el primer síntoma de ingesta de cristales de oxalato es abundante salivación. Si tu gato babea, tienes que aclarar la boca inmediatamente con abundante agua. Recuerda usar una jeringa sin aguja para hacer más simple el desarrollo.
Mi gato respira rapidísimo y jadeo
Si la respiración de tu gato está muy acelerada, tiene las pupilas dilatadas, saliva, jadeo y está en situación de alarma puede ser un síntoma de agobio o un inconveniente físico.
Esto puede suceder en el momento en que está enfrente de otras mascotas o en una visita al veterinario.
Por exitación
No es nada frecuente, pero podría suceder. Ciertos gatos generan mucha saliva en el momento en que están muy relajados, distribuyendo un tiempo amoroso contigo, o al sentir el fragancia de la comida preferida.
Podría suceder que, aparte de roncar, mires de qué forma tu gato babea mientras que la mimas. Asimismo podría acontecer algo similar al comprender que llegó la hora del almuerzo. Sea como fuere, es un hábito que comenzará a manifestar desde temprana edad y terminarás por acostumbrarte
