Estimados y queridas enseñantes el Ministerio de Educación, desde la Dirección Nacional de Currículo como una parte de la política didáctica ha desarrollado un nuevo currículo de lengua extranjera inglés que responde a las pretensiones de la verdad ecuatoriana. La iniciativa curricular está desarrollada para los estudiantes de 2° a diez° nivel de Educación General Básica y de 1° a 3° de Bachillerato General Unificado, cuya lengua materna no es inglés. Ya que la población ecuatoriana se constituye de conjuntos de distintas orígenes culturales y lingüísticos, este plan de estudios admite que no todos y cada uno de los estudiantes en Ecuador son L1 hispanohablantes y hay múltiples grados de bilingüismo en las comunidades. Según con las pretensiones de una población lingüística y culturalmente diversa, esta iniciativa muestra una justificación y un marco para la educación de inglés al unísono que reconoce y posibilita la inclusión didáctica de los estudiantes, con independencia de la lengua materna (L1) . La iniciativa curricular es maleable, trabajada por subniveles, creada en cinco (5) bloques curriculares ajustados con el perfil de salida y los valores de justicia, innovación y solidaridad que fomenta, tal como con el Marco Común de Referencia para las Lenguas (MCER ) .
Introducción
Los desenlaces de investigaciones precesoras han tolerado llegar a 2 generalizaciones extensamente admitidas por los estudiosos en adquisición de segundas lenguas: los pequeños mayores, jovenes y mayores son mucho más veloces y eficientes en los primeros estadios del estudio que los pequeños mucho más jóvenes. Otra generalización esencial, aquella que semeja corroborar la presencia de un periodo crítico para la adquisición de lenguas, se ha visto en ocasiones de adquisición en el medio natural: los pequeños con un principio tienen mucho más opciones, largo período, de lograr escenarios altos de dominio de la lengua, próximos al dominio de los hablantes originarios. La primera generalización fué constatada tanto en ocasiones de adquisición en un medio natural, como en un medio escolar o formal, si bien en este último contexto hay varios menos estudios. La segunda generalización es difícilmente constatable en ocasiones de estudio formal, en las que los escenarios mucho más altos quedan comunmente muy bajo los escenarios equiparables a los de la rivalidad nativa, ya que la cantidad y la calidad de la exposición a la lengua no son tampoco equiparables.
Es en este último contexto, de estudio en un contexto formal, donde ubicamos nuestra investigación en situaciones en las que, como en el presente, es requisito tener datos que logren reportar las actuaciones de las autoridades educativas en temas de organización de las lenguas extranjeras en educación principal y secundaria, tal como las de todos y cada uno de los implicados en los procesos de la enseñanza de lenguas. Hemos elegido 4 ideas para estructurar nuestro alegato que argumentan –suponemos– a críticas bastante extendidas entre progenitores y instructores (véase en este sentido asimismo Tuestas, Tragant y García, 1997). Podían ser considerablemente más, pero el espacio con limite del producto no nos deja. Podían ser otras diferentes así como atrayentes, pero nuestras aportaciones sobre estas están basadas en los desenlaces de nuestra ahora extendida investigación sobre los efectos del aspecto edad en la educación escolar de la lengua inglesa.